Nuestra división es su victoria

Lo están intentando. Rajoy pide explicaciones al Gobierno de un atentado etarra, entrega al terrorismo potestad de revocar las decisiones de un Parlamento democrático y, como el lema de Por la Paz y contra el Terrorismo genera división, anuncia que el PP no se manifestará el sábado. La emisora episcopal amenaza a los ecuatorianos y la AVT tampoco asistirá a la manifestación. No hace falta más señales. Ya sabemos que el día 14 se publicará el fracaso de la manifestación, ya sabemos que donde antes cabían millones ahora será físicamente imposible congregar a unas decenas de miles y que cualquier posible reproche al PP será utilizado para nueva sobredosis de victimísmo.

Lo están intentando. Cuando Rajoy no pierde ocasión para hacer electoralismo con el terrorismo, agarra el conejo que salió de la chistera como una solución bíblica y a la vez contradice el espíritu y la letra del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, parecen esforzarse buscar un escenario de enfrentamiento. Es necesario recordar que, en su artículo Primero, puede leerse: El terrorismo es un problema de Estado. Al Gobierno de España corresponde dirigir la lucha antiterrorista, pero combatir el terrorismo es una tarea que corresponde a todos los partidos democráticos, estén en el Gobierno o en la oposición. Manifestamos nuestra voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo.. Cuando Rajoy y el PP nos ofrecen muestras diarias de hacer todo lo contrario a lo escrito en éste artículo, cuando juegan con las palabras de una manera tan ruin, contribuyen a separarnos y dividirnos. Pero esta fractura que alimentan carece de importancia para el PP o para Rajoy, es curioso que los mismos que pretendieron alarmar cuando Catalunya buscaba un nuevo Estatut se apliquen ahora, con fervor mariano, a separar a la ciudadanía. No les importa, su objetivo es mantener prietas las filas y en constante tensión al sector facha de su electorado.

Lo están consiguiendo. El PP, Rajoy y la caverna, no quieren la unidad, no quieren manifestarse ni por la Paz ni contra el terrorismo porque tal vez, en esta ocasión, no se culpe ni se insulte al Gobierno. Es lamentable, triste y desolador, pero lo peor de todo es que a nadie puede sorprender tanta miseria. Se refugian en la palabra libertad para no asistir. No compartiendo la exclusión de este término, seguro que, de aceptarse, buscarían otra palabra, otro pretexto cualquiera para no secundar la manifestación. Es lamentable que la división entre demócratas sea tan evidente y tan injustificada.

ETA ha matado a dos trabajadores de nacionalidad ecuatoriana, sus explosivos provocaron mucha destrucción, pero el gran éxito de su atentado se esta fraguando en cada instante después de la detonación. Al final, le entregamos nuestra propia autodestrucción. Ese será su éxito.