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Bandos del Alcalde IV

6 enero 2008

EL ALCALDE PRESIDENTE

del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid.

Madrileños:

No se escapa a la observación más superficial la mucha suciedad de las fachadas de los edificios de esta Villa, que procede sobre todo de la multitud de carteles e inscripciones que de modo arbitrario y sin respeto a la ley fijan, tanto individuos como colectividades, para propagar sus actos o anunciar sus intenciones.

De seguir por este camino, el aspecto de las casas de esta Villa y Corte llegaría no sólo a ofender a la vista y ser testimonio permanente de la desidia y falta de civismo de alguno de sus moradores, sino que ayudaría a la suciedad ambiental y contribuiría a la propagación de enfermedades epidémicas.

Son muchas las veces que, por esta Alcaldía Presidencia, y utilizando diversos medios de comunicación, se ha rogado a los vecinos de esta Villa que se abstengan de escribir o manchar las paredes, utilizándolas como vallas anunciadoras, fin para el que obviamente no fueron pensadas ni construidas. No obstante, con desobediencia evidente y continuado desacato, se han desoído las advertencias, persistiendo en utilizar para tan lamentable uso las fachadas, tapias e incluso verjas y farolas, que debían ser grato ornamento de esta Villa, razón por la cual hemos tenido que recurrir, por necesidad imperiosa, a la aplicación de los máximos medios de coacción de que disponemos, requiriendo el auxilio de otras autoridades para sancionar, con cuanto rigor quepa, a los infractores de las Ordenanzas, que prohíben la fijación de carteles y el trazado de inscripciones.

Confía esta Alcaldía Presidencia que los vecinos de Madrid entiendan la perentoria necesidad que nos mueve a cuidar de la limpieza de la Villa, y, de modo muy especial, a contribuir para que los ciudadanos recobren el respeto a la convivencia y la moral cívicas, que es evidente que una parte de ellos han perdido. Confiamos, de modo particularísimo, que las empresas comerciales se abstengan de anunciar en los lugares prohibidos y esperamos que para la ostentación de principios ideológicos o el afán de vituperar no utilicen como vehículo de comunicación espacios cuya limpieza es necesaria para la buena convivencia, salud pública y ornato de esta Villa.
Madrid, 26 de enero de 1981.
2 comentarios leave one →
  1. 7 enero 2008 10:35 pm

    Precioso bando. Impecable manera de decirlo.
    Es verdad, Júcaro, que los folletos publicitarios lo manchan todo tanto en las ciudades como en los pueblos, pero lo que más me indigna es esa fea manía de las tiendas de juguetes de ponerse días antes de vacaciones de navidad en la puerta de los colegios y atiborrar a los niños con verdaderos tomos de propaganda de todos los juguetes del mundo. Y, claro, luego pasa lo que pasa.
    Un beso, bonito.

  2. Júcaro permalink*
    7 enero 2008 10:45 pm

    Angelusa; si entras a comentar es que estás totalmente recuperada, dispuesta a ofrecernos esos textos que nos regalabas últimamente de manera tan esporádica. Una alegría si es así y, en cualquier caso, una satisfacción ver tu nombre en mi blog.

    Un beso

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