Lo puedes hacer, tú decides
Aquí hemos tenido que soportar una legislatura en la que según el PP todo cuanto hacía el gobierno era puro desatino o una catástrofe monumental. Nos advirtieron que la familia se rompía cuando se les apoyó como nunca; pretendieron alarmarnos con el España se rompe, hoy Aguirre y D. Mariano ya reconocen que no es así; gritaron que Navarra se entregaba a no se sabe quien y hoy Navarra está donde estaba; jalonaron la legislatura de ácidos bóricos y sospechas miserables sobre la autoría del 11-M y, habiendo sentencia, aún no han rectificado; alertan de la inmigración como problema; advierten de la delincuencia juvenil como si de una plaga bíblica se tratara y solo se les ocurre reducir la edad penal a los 12 años. Éstos y otros muchos disparates son la tónica de estos señores en la oposición. Probablemente como escribe Enrique Meneses todo responde a los desesperados intentos de sacar adelante una campaña que peca de muchas tendencias, especialmente la extrema derecha del PP, y cada cual quiere meter miedo o aportar panaceas con tal de desencallar la barca.
La solución ante tanto desatino es acudir a votar. Es cierto que tenemos una democracia imperfecta y que tanto partidos como líderes políticos son manifiestamente mejorables. Esta democracia es lo que somos nosotros colectivamente, su imperfección es la nuestra; no echemos balones fuera para exculpar nuestra desidia. Sus carencias son las nuestras pero en todo caso, no olvidemos que detrás de esta democracia, o en su propia esencia, anida la utopía de que todos los hombres valgamos lo mismo para todos los hombres, que todos los discursos, todas las razones, todas las esperanzas tengan las mismas oportunidades. Entre juzgar desde una atalaya falsamente inmaculada o bajar al suelo, prefiero salir y mancharme, acertar o errar pero votar.
Una vez decidido ir a votar algunos se plantean a qué formación política hacerlo; yo lo tengo claro. Es cierto que se puede votar de distintas maneras incluida la abstención consciente y el voto en blanco pero lo más lógico es votar por nuestra opción política o, en su defecto, por la que mejor nos represente, incluso si prefieren, por la que menos mal nos pueda representar. En todo caso, votar de tal manera que nuestra papeleta posibilite que no se cumpla el recelo que tenemos ante ciertas perspectivas electorales. Que nuestro voto sirva para que no suceda lo contrario de lo que deseamos. Algún lector indicará que ahora sale el militante socialista y un cierto carácter medroso. A lo primero indicaré que efectivamente ahora, creo que siempre, aflora la adscripción política, en cuanto a lo segundo, lo rechazo más que de miedo hablo de sensatez y cordura.
Hemos conseguido muchas cosas en estos últimos cuatro años, otras quedan pendientes es cierto. En el ámbito social el avance ha sido considerable pese a la desafiante oposición política mediática y eclesiástica. Ley contra la violencia de Género, Ley de Igualdad, Ley de Reproducción Asistida o la Ley de Dependencia significan avances que por sí mismos que ya justificarían toda la legislatura y que, según dicen, algunos de estos derechos pueden verse recortados.
Zapatero es un presidente respetuoso, tolerante y, llegado el caso, también enérgico. Ha trabajado para que podamos decidir nuestro destino, para que no nos sintamos manejados exteriormente por alguien que decida, de espalda a nuestros representantes, por simple cuestión de fotos históricas y negocios personales. El cumplimiento de las promesas electorales con la retirada de las tropas de Iraq, como una de las más significativas y la consolidación, mediante Ley, para que todas las operaciones militares en el exterior necesiten de la autorización parlamentaria evitando así espectáculos tan vergonzantes como los vividos cuando el gobiernos anterior.
Es lógico tener ciertas cautelas ante la posibilidad de que aquellos que agitan a diario la política se hagan nuevamente con el poder para recortar derechos, para solucionar problemas que no existen, para eso de las costumbres, para no subir el SMI porque ello generaría inflación o para gobernar como Dios manda. Pero, con todas estas prevenciones, si finalmente lo consiguen, en urnas limpias y de cristal, habrá que admitirlo sin más lamentaciones.
Es lógico tener ciertas reservas cuando se anuncia la involución que la derecha está pregonando. Por ello tenemos que hacer un esfuerzo por convencer a los progresistas que no piensan ir a votar; convencerles para que lo hagan porque de su «dejar hacer» vendrán luego lamentaciones absurdas. La democracia funciona así, si no votas nadie lo hará por ti; ellos, quienes tienen otros principios, quienes pregonan que quieren desandar lo avanzado, en virtud de sus valores e intereses, no faltarán a la cita electoral; tu puedes seguir soñando el mundo perfecto y dejarles el mando a esos que no faltarán a la cita. Lo puedes hacer, tu decides.
Tenemos lo que nos merecemos. Ni más ni menos sino lo que votamos cada vez que nos convocan a las urnas.
Los políticos a diferencia de lo que muchos piensan no están hechos de una pasta diferente a la de los ciudadanos de a pie. Son personas que se equivocarán muchas veces y acertarán las menos. Sin embargo, la diferencia entre un buen o un mal político será si yerra por incompetencia o con conocimiento de causa. Los primeros son recuperables (todo se aprende) pero los segundos son un cáncer que deberíamos extirpar de todo puesto de poder. En el PP hay varios de éstos últimos y por eso no les votaré.
Un saludo progresista.
“Plataforma de votantes de izquierda contra Zapatero”
Tenemos, desde las posiciones tradicionales de la izquierda, razones para no apoyar a Zapatero, tras una desastrosa gestión, que de izquierda no tiene más que la etiqueta. Afortunadamente hay opciones como IU, Ciudadanos o UpyD que pueden recoger el voto y las distintas sensibilidades de izquierda. Hay muchas más, pero estás son las primeras:
* Negar una crisis que es ya evidente sin tomar ninguna medida para apoyar a los jóvenes, los que no pueden pagar la hipoteca o los que están perdiendo su trabajo.
* Cuando se superan los dos millones de parados, limitarse a maquillar los datos, sin tener ningún plan para atajarlo.
* Mentir a los ciudadanos sobre la negociación con ETA o el Estatut, como si fueramos idiotas.
* Traicionar al pueblo saharui, adoptando las posiciones marroquíes.
* No haber derogado ninguna de las medidas contra los trabajadores de los gobiernos anteriores.
* Estar totalmente aislado, sin relaciones internacionales en un mundo cada vez más globalizado. Ni los laboristas ingleses le invitan.
* Dar bandazos sobre la inmigración, desde el “papeles para todos” a pedir “expulsiones masivas” en Europa.
* Pretender socorrer a las grandes inmobiliarias con dinero público.
* El piso de Bermejo. O los vuelos oficiales para asuntos privados en Londres o Berlin.
* Los chupópteros del Canon. Otra vez, dinero público a manos privadas…..
Y podríamos citar cinco mil razones más. El 9 de marzo no votes Zapatero, si quieres que la izquierda sobreviva a un Presidente nefasto. Hay otras opciones, vota con libertad.
Rave; totalmente de acuerdo, se puede decir más alto pero dudo que se pueda decir mejor.
Loren; cuando entre las opciones de izquierdas colocas a Ciudadanos o UPyD, ya me dirás. Desde aquí se pide el voto a Zapatero y, en su defecto, para IU.
Loren, si tu idea de votar izquierdas es el españolismo de Ciutadans o la mano dura de UPyD contra el terrorismo creo que deberías revisar tu concepto de «izquierda»…
¿Que problema hay con las opciones políticas que ustedes llaman «españolistas»?
Esos partidos politicos que se han citado no son «españolistas» son españoles, yo niego el concepto españolismo. En España sólo existen partidos españoles.
Al hilo del debate, ya resulta cómico considerar al PSOE partido de izquierdas, en mi opinión el PP y el PSOE representan la misma cosa, son los dos únicos partidos políticos que se pueden repartir el poder en España y por tanto, ambos tienen que pilotar el Estado desde los mismos parámetros.
Los partidos de izquierda auténtica (IU, ERC, BNG…) no tienen ninguna posibilidad de llegar al poder porque propugnan algo que sólo quiere una minoria en nuetro país, por eso el PSOE nunca lo propondrá, que es un cambio radical en el Estado; Republicanismo en el caso de IU y secesionismo en el de ERC y BNG.
Un saludo.
Davichu; coincido con Rave cuando llama al PP españolista y no porque entienda en ese término connotaciones peyorativas sino porque defiende el mismo nacionalismo que tanto denigra en los otros. La mayor diferencia es que lo hace desde una concepción no catalana, vasca o gallega sino española. Si al nacionalista catalán se le llama catalanista, ¿por qué al nacionalismo español no se le debe llamar españolista?
En cuanto a que el PP y el PSOE son lo mismo. Supongo que después de conocer como gestionan unos y otros, dónde se pone el énfasis cuando gobierna el PSOE, qué leyes se aprueban y con la oposición de quién, las diferencias existen. Particularmente me gustarían que fueran mayores, pero afirmar que lo mismo es que gobiernen uno u otro partido me parece que no responde a la realidad.
El nacionalismo es una ideología política totalitaria y xenófoba.
En España sólo tiene ideología política de ese tipo partidos como el PNV, CIU, ERC, BNG…
El PP, como el PSOE son partidos CONSTITUCIONALISTAS, aunque, por lo visto en esta última legislatura el PP está un poco más en esa defensa de la Constitución.
Mire, le voy a explicar la diferencia entre un nacionalista periferico excluyente y un constitucionalista:
Mientras que el nacionalista quiere EXCLUIR al resto del proyecto común y quitar el DERECHO de soberanía reconocido por las leyes a todos los españoles, el constitucionalista INCLUYE a todos en el proyecto común que es España.
En cuanto a las supuestas diferencias que hay entre PSOE y PP pues mire, usted verá las que quiera ver, igual que los demás, pero la verdad es que son los mismos perros con diferentes collares.
Habla ud., sr. Davichu, de «nacionalismos periféricos» (buena señal, pues es un modo implícito de reconocer que el nacionalismo español existe, pese a que sus más acérrimos seguidores lo escondan) en modo de «excluyentes».
Bien, pero, espero, no le importe si le haga una pequeña y nimia cuestión: ¿Creeud. que habría que reformar la Ley electoral -cuestión planteada en multitud de foros, blogs y otras hierbas- para que los partidos que sólo tienen representación mayoritaria en algunas CCAA no pudieran conseguir tantos escaños?
Lo digo porque, tras vistas muchas respuestas por tan extensos mares de esta red llamada Internet, no termino yo de tener muy claro eso del término «excluyente» que utiliza, no muy acertadamente en mi humilde opinión, en su comentario.
Agurrak.
Se me olvidaba, Sr. Davichu. ¿Dice ud. Xenófoba?.
Me temo que conoce ud. tanto de las ideologías que ud. llama «nacionalistas» como yo de la tecnología nuclear empleada en la fabricación de un botijo.
Espero que, ya que tanto parece ud. abrazar ese nacionalismo españolista, ese tan único que se niega a sí mismo su existencia «oficial» disfrazándose de «no-nacionalismo» o de «constitucionalismo», no trate ud. de achacar a los demás de aquellos mismos males que ese nacionalismo «virtual» que describo padece.
Agurrak.
Señor Ordua:
Una puntualización a lo afirmado por usted, cuando habla de partidos mayoritarios en las respectivas CCAA no se referira a ERC, porque de mayoritario nada de nada. Es cierto que estos partidos claramente minoritarios en sus respecitivas CCAA se benefician de una Ley electoral claramente injusta a la hora de asignar escaños en las Cortes Generales y por tanto consiguen un poder que por votos no les correspondería, por tanto, estoy a favor de cambiar la Ley para que estos partidos no puedan influir en los gobiernos de la nación.
Cuando hablo de nacionalismo periférico no lo hago para diferenciarlo de ningún otro sino para inscribirlo dentro de un determinado espacio.
Y mire, no se lo que sabe usted de la tecnologia nuclear, por mi parte no tengo mucho interes en saber de nacionalismos xenofobos y excluyentes.
Le recomiendo que no se deje llevar por sus dogmas e intente ver las cosas desde el prisma de la practicidad porque le voy a decir la razón de que Euskadi o Cataluña o Galicia o Andalucia o Canarias no se pueden secesionar del resto de España, simplemente porque NO ES INTERESANTE.
Saludos.
Estoy plenamente de acuerdo con el post. Sólo matizaré que siempre estaré por las opciones que den a mi voto más relevancia, más «utilidad».
Desde mi modesto punto de vista sobre el asunto, considero que el Partido Popular es un partido nacionalista español. Y visto lo visto en mítines y otras concentraciones, añadiría que bastante seguro de sí mismo, o, por qué no, radical.
Con ese nacionalismo español feroz, se da una vez más la confusión y la apropiación de símbolos colectivos por parte del sector de la derecha. Una vergüenza.