El PP o el destino de la mentira
Si alguien con capacidad suficiente hiciera un diagnóstico de la mentira en España podría llegar a la conclusión de que goza de muy buena salud.
Detengámonos por un momento en la actualidad política. Dando por válidos los vaticinios demoscópicos, resulta fácil comprobar la fertilidad de cierta propaganda política, su sorprendente creatividad y su capacidad de malversar el pasado reciente con proyecciones falaces o embaucadoras.
Es penoso el proteccionismo adulador que tiene la mentira. Acebes no tuvo reparos en mentir cuando afirmó que “ETA se convierte en tutor de la reforma del Estatuto de Cataluña”. Tampoco Aznar cuando en Antena3 dijo aquello de: «Puede estar usted seguro, y puedenestar seguras todas ls personas que nos ven que les estoy diciendo la verdad. El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva«. Como Acebes o Aznar tampoco tuvieron recato alguno en mentir cuantos alarmaron con que todo se rompía; un día era España y otro la familia. Si la verdad estuviera protegida, otro gallo cantaría para personajes como Ángel Luis y partidos como el que le incluye en las listas.
Nada parece detenerles en el acoso y derribo de Zapatero. Desde el PP y sus mamporreros mediáticos se ha insistido machaconamente en denunciar un supuesto asalto del Gobierno a los órganos de Justicia. Sabían que era falso, que era una mentira sostenido en base a una información falsa de El Mundo pero el PP se mantuvo en esas treces hasta que el propio TC se pronunció refiriéndose a las artimañas del PP como «intento de abuso de derecho y fraude procesal«. Ahora actúan como si nada hubiera pasado y prometen una Justicia sin bermejos ni pumpidos, como si una amnesia colectiva se hubiera extendido y no recordásemos lo que han dicho en estos últimos cuatro años o lo que hicieron cuando gobernaron. Si nefasto es que se haya mentido y construyeran un discurso político en base a la mentira, lo peor es que el aviso de que seguirán haciéndolo.
En la estrategia de atontamiento colectivo ahora se pretende pasar un estúpido velo sobre esa gran mentira de la teoría de la conspiración. Sostenida, alentada e institucionalizada por el PP cuando decidió llevarla hasta el Congreso de los Diputados. Quedan las actas de las sesiones parlamentarias y la decisión del Tribunal Supremo como prueba de un gran error y una gran mentira de la que ahora el PP se desmarca como si no hubiera alimentado el engaño. Pero la mentira goza de buena salud y dicen las encuestas que fotalece a sus agitadores.
Ahora rizan el rizo e interpretan la tensión de Zapatero como sinónimo de bronca y crispación. Saben que no es así pero les trae al pairo; son palabras para construir otra gran falsedad. Cuentan para ello con un ejército de aduladores sin escrúpulos dispuestos a afirmar que Zapatero ha utilizado la violencia verbal durante la legislatura y que ello obedecía a una estrategia electoral preconcebida mientras que las almas cándidas de los dirigentes del PP han sido hostigados por un rojerío perverso, violento y manipulador.
Como si no recordáramos sus discursos, ni sus espectáculos en el Congreso, ni sus palabras en cuantos foros tuvieron a mano. Quedan las fonotecas y hemerotecas como cruel testigo de la realidad. Pero eso no les quita el sueño, ellos quieren el poder y sólo el poder; lo demás son monsergas para entretener al personal. Ahora el PP quiere acentuar el perfil fiable de su candidato pero sabemos que esa fiabilidad de su candidato está construida sobre la mentira, la manipulación y la agitación de los resortes más primarios.
Escribiendo de mentiras recordar lo que escribió el poeta Nazim Hikmet: ¡Qué hombres, nuestros hombres!/Si mienten las antenas de las radios,/Si mienten las enormes rotativas./Si miente el libro y mienten los carteles,/Si mienten los anuncios de los diarios,/Si hasta mienten las canciones de cuna,/si miente el sueño, si el pecado miente…/ Si mienten la palabra,/el color y la voz,/Si miente el que te explota,/El que explota tus manos,/Si todo el mundo y todas, todas las cosas mienten,/a excepción de tus manos,/Es para que tus manos siempre sean/dóciles como arcilla,/ciegas como la noche,/idiotas como el perro del pastor/Y para que jamás se subleven tus manos.
Que quiere usted que yo le diga, estoy oyendo en esta campaña cosas que a Enrique Jardiel Poncela, o al mismísimo Eugene Ionesco, le hubieran parecido excesivamente absurdas. El calibre de las mentiras es de tal calibre que no le extrañe, Júcaro, oir a Jiménez Losantos decir, o ladrar, que tiene pruebas concluyentes de que Rodríguez Zapatero fue el autor material del atentado de la T4, y que la decisión se tomo en una logia masónica de alto nivel, con el chico de las cejas ataviado de mandil y ostentando el grado 33 de la masonería de obediencia escocesa.
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No podemos dejar que la abstención sea la que gane.
Gracias amig@s
Pues eso Júcaro, que yo estoy en un sinvivir cuando veo esta amnesia tan terrible de la ciudadanía. Ojalá me equivoque y nuestro pueblo sea como dice el topicazo cuando de elecciones se trata: «El pueblo es sabio». Yo la verdad, tengo mis dudas en eso de la sabiduría de un pueblo cuya tele más vista es Tele 5 y los programas más vistos el fútbol o el Tomate, por ejemplo. Parece que la gente esté encantada con que le engañen y piensen por ellos. En fin, tal vez esté un poco pesimista, pero es que últimamente estoy hablando más de lo que suelo con gente de mi entorno y estoy alucinando pepinos.
Es tan descarado lo que ha pasado estos cuatro años que yo no entiendo como hay a quien se lo tienes que explicar y recordar continuamente y a los dos segundos se han vuelto a olvidar y empiezan con que si la hipoteca tal y tal, los inmigrantes tal y tal, y yo que sé más. Nadie, pero nadie recuerda nada; ni las mentirazas del PP y aún menos, lo hecho por el Gobierno, empezando por la salida de la guerra ilegal de Irak, siguiendo por las leyes de ampliación de derechos sociales que se han dictado, y acabando por ser una de las economías más creciente de Europa, apesar de la «crisis» que dicen que viene. Vamos, que yo no es que esté de acuerdo al 100 % con lo hecho, pero ese maldito «filtro» de la memoria de las masas que sólo recuerda los errores o lo no conseguido (proceso de paz p. ej.) para culpar; y olvida lo conseguido o como mucho lo cosidera gratuito, me decepciona y asusta.
Pedro; en línea que lo que comentas, diré que el PP es una máquina de mentir.
Escucho hoy mismo dos declaraciones que son un insulto en sí mismas: por un lado Rajoy afirma que Zapatero dijo que ‘quería tensión, dramatismo y crispación’ y por otro Zaplana afirma sin pudor que «nadie podrá decir que nosotros hemos mentido»
Lo de Zaplana es tremendo pero lo de Rajoy, además de falso, es manipulación de las palabras de Zapatero, ya que de nunca jamás dijo que quería crispación. Eso fue lo que en su insolecia absoluta interpretaron los voceros de la caverna, los agitadores de la legislatura y los falsarios de la realidad. Pero en las grabaciones se puede comprobar que Zapatero habló de tensión y dramatismo nunca de crispación como hoy afirma Rajoy.
El candidato Rajoy miente; la prensa silenciará mañana esta mentira. ¿O tienes alguna duda?