¡Vaya personaje!

Con frecuencia nos lo presentan como un político inteligente y poco dado a los exabruptos aunque en más de una ocasión parezca perder la cordura, el sentido de la realidad y el más común de los sentidos. Por ello, y por mucho que se esmeren en presentarlo como un hombre de estado, supuestamente bien formado y cabalmente preparado, un aura ramploncilla le acompaña de pies a cabeza y de la cabeza a los pies, impregnándole de cierta cursilería y una plática zangarriana de autosuficiencia y pedantería insoportable.

Con estas credenciales como presentación, podrá imaginar el lector, que el personaje no es ni santo ni demonio de la devoción que no tengo. Y sin embargo, tendría que estarle agradecido porque es toda una joya para los blogueros, pues sus muchos dislates son munición para construir post fáciles y recurrentes. No hace falta buscar mucho para encontrar, en sus declaraciones, la fuente de inspiración. Tiene el personaje, el don o la tentación de hablar por los intereses de los demás, supone él lo que deseamos, lo que nos interesa, lo que nos preocupa o lo que nos la trae al pairo. Desbarra con tanta destreza y frecuencia que seguramente ello ya no le preocupe ni tampoco le quite el sueño.

Usar google desnuda al más pudoroso de la clase. Busco «XXXXX lo que no importa a nadie», donde las equis son sustituidas por su primer apellido y se muestran varios centenares de miles de entradas que cumplen ese criterio de búsqueda. Seguro que todos le recordamos teorizando sobre lo que nos interesa como ciudadanos o lo que deja de importar pero por si la memoria falla aquí dejo, como si fuera una especie de decálogo, de una serie más amplia de declaraciones suyas, ordenadas cronológicamente desde el 2006 hasta hace unos días:

• La Alianza de Civilizaciones no importa a nadie
• A nadie le importa Franco ni la memoria histórica
• Saber el himno gallego no le importa a nadie
• Su primo le dijo que lo del cambio climático no le interesa a nadie
• El Gobierno de España lleva tres años y medio dedicándose a lo que no le importa a nadie
• El Gobierno se ha ocupado de asuntos que no interesan a nadie
• Somos una nación muy plural y muy diversa, pero eso no le importa a nadie
• El PSOE debate sobre lo que no interesa a nadie; si uno u otros pueden votar modificando la ley
  
• Zapatero se ocupa de ( laicidades, debates de crucifijos y sobre si unos y otros pueden votar) lo que no importa a nadie.
• La eutanasia y el aborto no importan a nadie

Un personaje al que no le interesan los intentos de entendimiento entre occidente y el mundo árabe, que no quiere saber nada de nuestro pasado reciente aunque sólo sea para no repetir sus horrores; quien desprecia el himno de una parte del territorio nacional pero se envuelve en la bandera de España y se apodera del himno nacional; el que hace chascarrillos a cuentas del cambio climático, porque sencillamente se lo dijo su primo; un tipo que debe pensar que recurrir a la eutanasia es un plato de buen gusto o que la mujer que tiene la necesidad de abortar lo hace con la misma ligereza con la que él desprecia a los demás; alguien a quien no le interesa ni respeta las creencias religiosas de los demás porque quiere imponer la única fe verdadera; un aspirante que afirma no importarle el tratamiento de los símbolos religiosos en una sociedad laica y en un estado aconfesional y a quien no le interesan los derechos como ciudadanos de los inmigrantes, ¿puede aspirar a presidir el gobierno de una sociedad plural como ésta?

Claro que todo personaje tiene su propia caricatura. Recientemente escuché con perplejidad unas declaraciones del personaje en cuestión y de la que sólo encuentro constancia en un magnífico blog. Insistía el susodicho, en que no está aquí para hablar sobre lo que no le importa a la gente, sino que: «Estamos aquí para hablar de libertad y de bienestar que es lo que le importa a los seres humanos a los que tienen cara y ojos». Es decir, que entre nosotros, según este señor, existen quienes; ¡carecen cara y de ojos!, y yo sin saberlo.

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