Voto y maternidad
La existencia del Ministerio de Igualdad está más que justificado por muy escaso que sea su presupuesto y por mucho que la jauría mediática derroche su falta de ingenio sobre él y sobre ella. Ser mujer no debería de llevar implícito una serie de dificultades para una igualdad real y efectiva. Mucho criticamos a las empresas que prefieren contratar al hombre antes que a la mujer, especialmente si está casada, vive en pareja y tiene hijo o está en edad de tenerlos. Criticamos a las empresas pero nuestros representantes políticos, como en tantos otros casos, tampoco actúan de manera ejemplar.
La ausencia de Chaves, de visita oficial en La Zarzuela, la distracción de Zarrías, a quien no le funcionaba el aparato, y la no comparecencia de tres diputadas socialistas, dos de ellas se encontraban de permiso por maternidad, provocó el rechazo de dos propuestas socialistas en el Parlamento de Andalucía. Aunque desde el PSOE-A se lamenta la reacción de los representantes de PP e IU con sus «abrazos, gestos y aplausos«, no me detendré en ese espectáculo porque seguramente esa celebración fuera motivada, sin otras consideraciones, por la sorpresa que se llevarían sus señorías al comprobar cómo el PSOE-A no sacó adelante las votaciones. Especialmente ácido se podría ser al respecto con IU ya que en un parlamento paritario el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía está integrado sólo por hombres. No, divagaré sobre este aspecto pero dejo constancia de una circunstancia que puede sorprender a algunos.
El caso es que a partir de esta circunstancia se abre el debate sobre la necesidad de buscar fórmulas para posibilitar a las diputadas, en baja por maternidad, que puedan ejercer el voto. Aunque se dice que para conseguirlo habría que modificar el artículo 79 de la Constitución y la Ley Electoral, que determinan que el voto es «personal e indelegable«, lo que algunos concluyen que el voto tiene que ser presencial, no debe ser así cuando en Catalunya se permite el voto delegado para determinadas circunstancias.
El voto delegado o mediante firma digital, bajo unas normas estrictas y muy concretas, debe ser un tema a resolver pero no únicamente para el caso de las mujeres que estén de baja por maternidad sino también para casos especiales de enfermedad o lesiones para quienes, estando en perfecto uso de sus facultades mentales, no puedan asistir al Parlamento para votar. Por cierto, sabiendo que la baja por maternidad puede ser compartida entre la madre y el padre, ¿habrá algún diputado nacional o autonómico que haya utilizado esta posibilidad?
Es una vergüenza y los que se llenan la bocota de paridad (al PP ni le miento, claro) se tendrían que plantear muchas cosas…
Es lamentable que en el grupo IU de Andalucía no haya mujeres. ¡Vergonzoso!
En cuanto a lo de las diputadas, estoy de acuerdo, debe abrirse el melón de la Ley Electoral, pero no sólo para esto, hay que elaborar una ley justa que no premio tanto a los mayoritarios y castigue a los minoritarios. Y que además arregle cuestiones como la sucedida en el parlamento andaluz.
Salud y República
Maripuchi y Rafa; efectivamente, que IU no tenga una sola mujer en su grupo parlamentario es lamentablemente especialmente cuando se venía de un grupo cuya portavocía primera recaía en una mujer, Concha Caballero.
Los militantes de IU tendrán mejor criterio y más datos que expliquen esta situación aunque quizá haya que encontrar una explicación en la situación interna de IU.
Rafa, efectivamente hay que afrontar una reforma de la Ley Electoral para abordar no sólo esta situación injusta sino un reparto más equitativo de los escaños por ejemplo.
Al margen de la necesidad de una ley electoral nueva que subsane las evidentes deficiencias de la actual, el asunto concreto de la delegación de voto no acabo de verlo en ningún caso, ni maternidad ni otros, aunque estoy a la espera de recibir argumentos sólidos en esa línea. Si eso fuera así, lo mejor es que el portavoz de cada grupo votara por todos sus respectivos colegas y santas pascuas.
Pierre Miró, pues el voto ponderado al que haces referencia tengo entendido que se ejercita en determinados órganos del parlamento.
El parlamento de Andalucía es paritario. Quiero decir que nunca antes se había dado esta circunstancia y ahora puede darse el caso de que una diputada, por estar de baja por maternidad, no pueda representar a los electores que la votaron. Como el número de mujeres nunca fue tan significativa como ahora, la ausencia de una diputada puede ser trascendental para determinadas votaciones.
Particularmente sí considero relevante que todo diputado pueda votar incluso, bajo determinados condiciones, estando ausente del Parlamento. La tecnología avanzó lo suficiente como para resolver esta cuestión, si se trata del voto individual e intransferible. Extendería este uso del voto a otras circunstancias siempre que esté perfectamente reglada.
Si nosotros, como electores, podemos votar por correo no entiendo que el diputado electo no pueda ejercer una de sus funciones por estar de baja maternal o convaleciente como consecuencia de un accidente.
Saludos.
Decía que no lo veía pero es altamente probable que sea porque la experiencia del período democrático me condicione, con sus sorpresas en las votaciones, sus pactos de pasillo, sus negociaciones de última hora, sus legítimas componendas, la búsqueda de acuerdos para sacar adelante una votación, etc. Pero quizás tengas razón y sólo sea una cuestión de acostumbrarse a los nuevos tiempos paritarios, tecnológicos y respetuosos con las situaciones personales.
Pierre Miró; tengo entendido que en el Parlamento de Andalucía venía funcionando un acuerdo tácito de no alterar los resultados por estas situaciones, y similares, de bajas, que funcionaba un pacto no escrito de tal manera que, llegado el caso alguien se ausentaba de la votación. Ahora, dejó de respetarse la palabra dada; entonces se hace necesaria la regulación escrita porque sí, como apuntas, hay que tener en cuenta los «nuevos tiempos paritarios…»
Saludos