Lehendakari López
8 mayo 2009
Ni humillado ante Dios, ni ante la Biblia ni crucifijo que valga, sino de pie en tierra vasca y bajo el árbol de Gernika.
¿Hay mejor manera de marcar diferencia con el nacionalismo vasco? Por otra parte, si el juramento de Patxi López es el primer paso para suprimir la simbología religiosa de los actos públicos, parece que avanzamos.
Los símbolos religiosos en política son expresión no tanto de respeto hacia las creencias religiosas sino la pretensión de otorgar un origen divino a la respuesta electoral.
18 comentarios
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Como dice la viñeta de Romeu hoy en El País, «Es la primera vez que el Lehendakari es terrícola».
Creo que los socialistas vascos (y los vascos en general) nunca tuvieron un líder más humilde, transparente, sencillo y tan apegado a sus gentes y a su pueblo.
Suerte. Toni Sagrel.
Toni el simbolismo es muy importante. Me gustó el poema que Patxi utilizó:
«… Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amable,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto. »
Aunque no le diera lectura, aprovecho para decir otro fragmento de un poema de Kirmen Uribe:
«Ni Libertad, ni Igualdad, ni Fraternidad.
No se pueden decir.
Ni árbol ni río ni corazón.
La ley antigua ha sido olvidada.
Una riada se ha llevado los puentes entre las palabras y las cosas.
No se puede llamar muerte a lo que el tirano llama una decisión.
No se pueden decir cuando alguien nos falta,
cuando el recuerdo más pequeño nos desangra.»
Los poemas, además de ser bellísimos, son una declaración -manifiesta- de grandes intenciones.
Creo que Patxi López (su apellido, metafóricamente hablando es un aval) tiene y declara abiertamente sus sentimientos como persona. Creo que existe la esperanza.
Esperemos que el PP y el PNV no lo acorralen.
Un abrazo. Toni Sagrel.
P.D.: anoche estuvo Iñaki Gabilondo haciendo de reportero por las calles del País Vasco. Sentí un poco de desazón con el reportaje. Los simpatizantes del PNV sólo le daban 3 meses en el Gobierno (ellos se autocalificaban: «Los que somos de aquí). Los supuestos simpatizantes socialistas, o no decían nada o eran casi todos muy ambiguos. Queda aún muchísimo por hacer.
Y con ese supuesto origen divino hay quien se cree infalible, como ánsar. O quien cree que haber sido votado es un cheque en blanco…
Saludos!
Efectivamente Theo, aunqeu quienes quieren emular a las viejas monarquías también sienten la segunda tentación y así nos llegan noticias de políticos que usan sus actas de diputados, senadores o concejales para no responder de sus actos.
Todavía queda mucho camino por recorrer para conseguir un verdadero estado laico, como principio me parece bién la manera de hacer el juramento Patxi Lopez, esperemos que no se quede en una anécdota y al inicio le siga un buen recorrido.
saludos.
salud y República!!
Nexus.
No queda muhco camino, queda todo el camino pero como dijo alguien «se hace camino al andar»
Coincido en la importancia del simbolismo. Por eso me gustó la supresión de los símbolos religiosos. Y por eso no me gustó lo de la «lealtad a la corona».
Bajo el árbol de Gernika no hubo referencias a la monarquía. Está bien tu aportación porque efectivamente hubo un acto en el interior de la Casa de Juntas en el que sí se produjo la referencia.
En todo caso, permíteme que por un día resalte sólo lo gratificante que ya comenzará a tomar decisiones y…
Por supuesto, Júcaro. Resaltemos lo positivo, la ausencia de cruces y biblias. Estoy contigo. Pero mañana hablamos de reyes y monarquías y lealtades, ¿vale?
Si se trata de hablar de la monarquía, no esperemos a mañana.
Sobre la lealtad, recordaría que es un término derivado de la palabra ley. En este sentido, no estaría tanto por denostar la lealtad como por cambiar esa Ley de leyes que nos impone a la familia Borbón.
Aprovecho para matizar que, cuando en el post utilizo la expresión «nacionalismo vasco», pretendía referirme al PNV.
Toda la ceremonia en sí fue distinta y al PNV le ha cabreado un monton. ¿Por qué? Vale, vale es una pregunta retórica.
Pero Júcaro… no siendo necesario o al menos no imprescindible prometer lealtad a a la corona, ¿por qué introducir esta promesa de lealtad monárquica en la toma de posesión del Lehendakari? ¿Qué aportaba esto a una liturgia que, efectivamente, había ganado, y mucho, respecto a la desvinculación con las fórmulas clericales peneuvistas?
O, si era imprescindible prometer lealtad (lo dudo), yo habría agradecido, como republicano, vasco y español (y no nacionalista, ni vasco ni español), una expresión del «imperativo legal», o una referencia a que lo cortés no quita lo valiente, y que se mostrará leal mientras no pueda cambiar la ley y enviar a los chupópteros Borbón a ganarse la vida como todos.
Fernando, en lo que tienes razón no se me ocurre quitártela.
Preguntas sobre lo que aporta esa lealtad a la corona. Te respondo. Nada, no aporta nada porque entre otros motivos ni el PSOE, supongo que tampoco en el PSE, se cuestiona el sistema monárquico. No aporta nada, pero permíteme que vuelva a la primera respuesta sobre la intencionalidad de resaltar lo positivo.
Volviendo al principio, pues, y hecha la salvedad republicana, insisto en la coincidencia inicial: es una buena noticia, algo muy positivo, despojar de símbolos religiosos la toma de posesión del máximo representante político de la Comunidad Autónoma Vasca. Sinceramente. Y me enorgullece que sea en mi tierra, el presidente de mi comunidad, quien haya marcado ese camino, quien haya tomado esa decisión de ruptura con la falsa tradición confesional.
Ahora nos queda seguir reivindicando la radicalidad (de raíz, coherencia con los principios) democrática laica en todos los ámbitos, empezando por las promesas o tomas de posesión de cargos electos en el Parlamento y Gobierno Español, en otras Comunidades Autónonas y Entidades Locales, y siguiendo por los omnipresentes símbolos religiosos en escuelas, centros y actos públicos, protocolos y formalidades institucionales.
ES una buena señal pero me temo que insuficiente para saber si el flamante Patxi López con sus actuales amistades va a hacer una política realmente de izquierdas y que integre todo lo que no ha conseguido con sus votos que es la mayoría vasca nacionalista.
Por eso todo lo veo con mucha reserva. Eso si Patxi sabe producir escenas muy efectista. Esta del crucifijo dió en el clavo
suerte sr. lopez.
salud y republica
Me gustaría resaltar únicamente lo positivo de prescindir de crucifijos y menciones a dios, pero no puedo olvidar que la presidenta del parlamento vasco es una confesa simpatizante del opus dei y que ocupa el lugar que ocupa «gracias» a la coalición que PP y PSE han formado en este rincón de la península ibérica. El PNV es un partido democristiano, sin duda, pero al menos nunca ha trascendido más allá del ámbito privado de cada uno de sus integrantes y jamás se ha echo desde las instituciones vascas bandera/apología del cristianismo por estos lares, algo que hace constantemente el partido socio del PSE en el parlamento vasco.
Un afectuoso saludo, Jucaro.