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Bin Laden, Juan Pablo II y el 1º de mayo

2 May 2011

Jinete Campeador

Los mitos se hacen eternos con la muerte. Seguimos como en el medioevo, un fiambre atado a un caballo es capaz de las más prodigiosas hazañas, sobre todo si hay quien las canta y engalana. Estamos donde estábamos;  la realidad se nos ofrece  tan obscena y cutre que muchos encuentran consuelo en lo desconocido, otros deciden  apartarse y vivir en un mundo virtual y maravilloso.  En otros tiempos era la quiromancia, cartomancia, parapsicología o cualquier otra ciencia arbitraria que sirviera para engendrar un  Apocalipsis frenético. El caso es que siempre hubo, siempre hay, poderes  interesados en no dejarnos pensar y lo peor,  tampoco ofrecemos resistencia. Así las cosas, parece que no hay solución ni deseos de romper esta dinámica.

Cuando más motivos hay para salir a la calle  para hacernos oír en defensa de nuestros derechos, más grande es nuestra renuncia. Desistimos de la defensa propia y optamos por seguir esperando que otros hagan lo que somos incapaces de  hacer. Definitivamente, hemos renunciado a nuestra ciudadanía. Será que la fe mueve montañas pero que, en estos días y con la que está cayendo,  una romería sea capaz de congregar centenares de miles de personas mientras que la concentración para demanda de empleo, con unos datos estadísticos que asustan y una realidad que estremece, no pase de reunir a unos pocos miles, es un exponente claro de apatía  y fatalidad. Que en este 1º de mayo de 2011, concite más atención ciudadana,  dicen que más de un millón de personas, la beatificación de un papa, es para tenerlo en consideración. Hay quien culpará a los sindicatos mayoritarios del absentismo en el primero de mayo, ¿pero acaso no hoy motivos para darle la espalda a esos de las sotanas y bendiciones?

Saliendo del 1 de mayo nos enteramos que EEUU mata a Bin Laden y que son muchos los que salen a la calle a celebrarlo.  Era de suponer que este tipo estaba desactivado sin embargo ahora se ofrece la posibilidad que miles de ciudadanos comiencen a observar a  Osama Bin Laden como un héroe al que convertir en un jinete fantasmagórico que iluminará a tanto iluminado. EEUU mata a Bin Laden  y asesta otro golpe a la Justicia en favor de la venganza. Si dicen que la fe mueve montañas, puede que desde ahora se vean «Osamas» justicieros y vengativos por todas partes.

2 comentarios leave one →
  1. 2 May 2011 8:49 pm

    «El mundo es un lugar más seguro», afirmó el Presidente norteamericano. Bueno, puede que sí o puede que no. Tal vez ni lo es más ni menos de lo que ya lo era. Lo que sí que era Bin Laden es un símbolo. Un símbolo del odio de una civilización contra otra y un símbolo de como ese odio sólo puede manifestarse mediante la fuerza de las armas. Pero no más que eso. Su muerte posiblemente provoque reacciones irracionales entre sus filas y algún posible atentado que pueda saldarse con más muertos en algún país occidental. Pero esa misma muerte representa también un símbolo para los norteamericanos y, de alguna manera, salda una deuda que había quedado pendiente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
    En cuanto a la afirmación de Obama de «Se ha hecho justicia», pues no lo sé. Posiblemente se hubiese hecho más justicia si lo hubieran llevado ante un tribunal pero tampoco han juzgado a los presos de Guantánamo. Estoy convencido que la muerte de Bin Laden suscita grandes gritos de júbilo y de apoyo a los gobernantes americanos pero de ahí a hablar de justicia tengo serias dudas. A fin de cuentas no era justicia lo que buscaban, sino venganza. Comprensible desde un punto de vista humano pero nada que ver con la justicia que es otra cosa.

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