Bin Laden, Rajoy y el Gal
Mariano Rajoy Brey
El día que Obama, todo un premio Nobel de la Paz, decidió el asesinato de Osama, todo un terrorista formado y entrenado por la CIA, se demostró por enésima vez que la Justicia internacional es una patraña, que la supuesta superioridad de la democracia Occidental es una memez insoportable y que Mariano Rajoy se lo debe hacer mirar o en su defecto, nos le tendremos que hacer mirar nosotros si finalmente encumbramos al personaje.
Sí, porque don Mariano se ha mostrado infatigable para afear los «atajos en la lucha contra el terrorismo» que se emprendieron en España en alguna ocasión. Aquello indecencia ya ha sido juzgada y aunque pasen los años y los responsables de Interior sean otros, el señor Rajoy continúa aludiendo a tan indigno pasaje. «Hubo un tiempo en el que se usaron atajos», puntualiza con frecuencia para apostillar, «mal asunto para la democracia». Muchos sospechábamos que tal representación es pura retórica ventajista, ganas de afear una conducta que en el fondo el no desaprueba. Alguien de su partido dijo que el mejor terrorista es el terrorista muerto, o algo parecido y Rajoy piensa lo mismo.
Ha tenido que ser una acción criminal determinada por Obama la que sirviera como pretexto a Rajoy para conocer su opinión sobre la manera de hacer frente al terrorismo. La tercera de ABC es el espacio elegido para demostrar su verdadero pensamiento. «Terrorismo global: lo urgente y lo importante» es el título de su colaboración y declaración de principios en la lucha contra el terrorismo.
«La brillante operación militar destinada a la captura de Bin Laden y que, finalmente, terminó con su vida», es el inicio de su artículo para a continuación «expresar mi felicitación al Gobierno de los Estados Unidos de América». Y mientras leo, se me agolpan algunas de sus diatribas contra el GAL. Cita a Michael Ignatieff: «en las emergencias, no tenemos más alternativa que confiar en nuestros líderes para que actúen rápidamente cuando nuestras vidas pueden estar en peligro»; mientras leo, recuerdo sus filípicas contra el GAL.
Conforme avanza el artículo se tiene la impresión que también Rajoy, por un momento, recuerda sus diatribas a cuentas de la lucha contra el terrorismo y el GAL, entonces escribe: «debemos ser capaces de evitar que las democracias se dañen a sí mismas cuando se defienden del terrorismo, que lleguen a considerar que los principios que las constituyen pueden ser un obstáculo molesto que haya que salvar para actuar con eficacia».
Don Mariano, no escribe sobre legalidad, ni denuncia atajas, ni expresa el deseo de la acción de la Justicia.
14 de abril 
¿Admitirían nuestros gobernantes y admitiríamos todos que nuestra soberanía e independencia hubiera sido violada y el derecho internacional violado en aras de la lucha contra la delincuencia organizada o incluso el terrorismo? ¿Se toleraría con silencio cómplice los aplausos y los vítores de júbilo de la comunidad internacional a una violación tan descarada de la legalidad?
Posiblemente tenga razón el Presidente del Gobierno cuando dice que el mismo Bin Laden ha buscado su muerte dada su «trayectoria sanguinaria». No creo que nadie discuta esa trayectoria e incluso estoy dispuesto admitir el hecho de que en público o en privado la mayoría de los gobernantes occidentales y millones de personas esperan ávidamente su muerte. Pero si hasta ahora se nos ha repetido hasta la saciedad que el fin no justifica los medios y que en democracia las formas deben ser impecables no podemos tolerar ni consentir que el terrorismo de estado sea norma habitual de funcionamiento de nuestros gobiernos.
Asesinato y tortura. Reconocimiento público de prácticas ilegales utilizadas por el hermano americano para conseguir sus fines en cualquier parte del mundo. Mirar hacia otra parte. Actitud habitual de los gobiernos occidentales mientras el hermano mayor está de excursión por el planeta. Es cierto que posiblemente la opinión de Gaspar Llamazares es minoritaria hoy por hoy. Pero habíamos llegado a la conclusión que razón y mayorías no son sinónimos siempre. Pueden o no coincidir y en este caso creo sinceramente que no coinciden. «El fin no justifica los medios y el terrorismo de Estado no es forma legítima de lucha contra el terrorismo» le ha espetado el líder de IU a Zapatero, unido a un sonoro «no le reconozco». Y la verdad es que somos muchos quienes cada día reconocemos menos al Presidente del Gobierno.
Es cierto, Nicolás, que cada vez somos más los que no reconocemos a este Zapatero de la presente legislatura. En este país hemos llegado a un acuerdo tácito sobre ciertos límites para hacer frente al terrorismo y ahora resulta que tenemos a Rajoy felicitando a los EEUU por la práctica de terrorismo de Estado y a un Zapatero, lamentable, dando por buena una acción como el asesinato de este terrorista. ¿Dónde queda la superioridad de Occidente, supuestamente sustentado en el Derecho, la Justicia y la Democracia? Triste y lamentable epitafio de quien pudo ser y no fue.