Somos lo que hacemos

A la misma hora que se constituían una gran cantidad de nuevas corporaciones locales paseaba por la magnífica playa gaditana de El Palmar. El día un poco gris, el viento en calma y una temperatura agradable hacían del paseo una auténtica delicia.

Paseaba lentamente, dejándome mojar los pies y observando de vez en vez las piruetas de los muchos surferos que cabalgaban sobre las olas con enorme destreza cuando observé que una señora mayor de 60 años paseaba con un adolescente y ambos recogían todos los plásticos que se encontraban desperdigados por la arena. No eran muchas las bolsas, pero ellos parecían muy entusiasmados con la tarea. Me acerqué a ellos para hacer algún comentario sobre la falta de respeto que sobre los espacios públicos tenemos un buen número de ciudadanos y la señora muy educada y apasionadamente, con un verbo fluido y muy convincente contó del peligro que para muchos animales suponían las bolsas de plástico.

Hablaba de corrientes marinas y de basura global; de la que dejamos en la playa y de aquellas que, barcos de recreo o mercantes, arrojan al océano con impunidad total; de la conveniencia de no tirar basuras al mar pues las tortugas comen medusas y confunden las bolsas de plástico con alimentos y se atragantan con ellas. Proseguimos el paseo, la charla y la recogida; al final contamos quince y algunas botellas.

La producción de residuos constituye uno de los problemas ambientales más graves de las sociedades industrializadas; los países con mayores rentas y mejor calidad de vida generan un enorme volumen de residuos y, aunque cada vez existe una mayor determinación para su control, aún hay que avanzar y trabajar en políticas efectivas. En este sentido y sólo a modo de ejemplo: el Ministerio de Medio Ambiente, dentro de un plan general de residuos, ha decidido emprender políticas encaminadas a sustituir hasta el 70% de las bolsas de plástico por otras de papel antes de 2015; en el Reino Unido se ha emprendido la campaña “We Are What We Do”, “Somos lo que hacemos” para concienciar de la necesidad de reducir el número de bolsas de plástico; .en Los Ángeles se pretende sustituir las bolsas de plástico por otras de compostables, hechas de fuentes renovables y biodegradables; los peruanos de ORCA emprenden una campaña para llamar la atención sobre el tremendo daño ecológico que produce la insostenible producción de plástico en el planeta y su aparatoso impacto en la salud de los océanos, mares y playas.

Esto no es un meme ecológico al estilo del que recorre por entre bitácoras muy recomendables, pero ¿contribuimos a utilizar el mínimo de bolsas de plástico y a reutilizar las que ya disponemos?, ¿exigiremos a las corporaciones, recién constituidas, que se tomen en serio la protección medioambiental?