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El arzobispo y la dignidad

23 marzo 2008

El fanatismo religioso está vigente desde siempre y, por lo que se atisba, la cosa, lejos de pasar a convertirse en una antigualla, parece que va para largo. No hace falta sorprenderse con las imágenes de otras religiones para tener constancia de la proliferación de fanáticos, integristas o fundamentalistas, ni contar los muertos por las numerosas guerras de religión que jalonan la historia de la humanidad. Aquí, en un país occidental y del llamado Primer Mundo, coexisten rituales tan atávicos como los de cualquier otra parte.

Las calles de España están llenas de imágenes crueles y de espectáculos sádicos; algunos tendrían que ser cautos al expresar sorpresa por las que nos llega desde otras latitudes y de otras confesiones.

En estas, salta la polémica con las declaraciones del arzobispo emérito de Pamplona y su inoportuna referencia a la dignidad en la muerte sin cuidados paliativos.

Estoy de acuerdo con el señor obispo en una cosa; la dignidad de una muerte no depende del sufrimiento sino de la forma de afrontarlo. Discrepo en su apropiación de la dignidad; tan digno es morir con cuidados paliativos como, por motivos religiosos o de cualquier otra índole, hacerlo sin ellos. Dicho esto, resulta sorprendente dicha referencia a los cuidados paliativos, que además tengo entendido son admitidos por Conferencia Episcopal. ¿Qué pretende decir este señor? Sus palabras, alabando la aceptación abnegada del dolor como designio divino, puede conducir, por poner un ejemplo, a ese fanatismo religioso que lleva a algunos padres a negar la salvación médica de sus hijos o a dar la vida por dios, como tantas veces se hizo.

Desconozco si el señor obispo ha firmado una especie de testamento vital exigiendo, llegado el momento, que no se le administren tratamientos para paliar los sufrimientos; ignoro si rechaza la administración de calmantes que mitiguen el dolor, si ha rehusado la anestesia o los analgésicos. Si lo hizo personalmente, su posición es tan digna como la de quienes reclaman su derecho a aliviar el dolor o la de quienes, ante determinadas situaciones, optan por acabar con el sufrimiento de una vida sin esperanzas para la vida.

En estos días han procesionado innumerables cristos de la buena muerte por las calles públicas de un estado teóricamente no confesional. Ignoro si esa buena muerte es porque se le aplicaran cuidados paliativos o porque su misión había sido cumplida. No me preocupa si esa buena muerte, Cristo la padeció como hombre o como dios; en cualquier caso, según sus adeptos, sabía que resucitaría.

Dejo al señor obispo una canción y un vídeo. Se trata de un tema de Bob Dylan, cantautor que terminó por abrazar el catolicismo, interpretada por Avril Lavigne. No es la mejor versión del tema pero el vídeo puede ilustrar cómo otros afrontan la muerte y no se si al señor obispo le parece digna la muerte de inocentes o si piensa que es una indignidad invadir un país.

Con todo el respeto: ‘Knockin’ on Heaven’s Door, o algo así como Llamando a las puertas del cielo.

 

Otras opiniones: Libre Interpretación, Cristo y los Cuidados Paliativos, ¿Fue digna la muerte de Jesucristo?, Eutanasia, la solución final, Defensa de la tortura, Eutanasia: miedo a cambiar, ¿Por una sociedad laica?

 

10 comentarios leave one →
  1. 23 marzo 2008 9:27 am

    Júcaro es fácil de entender. A nosotros nos da igual cómo quiera morir cada cual, a ellos no y tratan de imponer al resto del mundo su arcaica moral.
    Por mí, se la pueden meter por donde les quepa.
    Amen.

  2. 23 marzo 2008 11:17 am

    Si alguien creía que la Iglesia iba a cambiar se ha equivocado. Los cambios realizados por la Iglesia han sido forzados por sus constantes situaciones anacrónicas. Si pudieran se mantendrían como en el s. XIX.

    En cuanto a las declaraciones del arzobispo dichoso, ya lo he comentado en otros blogs.

    Primero: Cristo no pudo elegir, no existían cuidados paliativos.

    Segundo: Sabía que iba a resucitar, lo que cambia bastante.

    Tercero, Que el arzobispo, Cristo y quien quiera sufrir que sufran, nadie se lo impide. Que no nos quieran impedir a los demás nuestra forma de morir.

    En fin, que de nuevo con la Iglesia hemos topado.

    Salud y República

  3. 23 marzo 2008 1:03 pm

    El meollo del asunto está en la libertad de decidir, que cada cual sea libre de decidir como quiere realizar el transito a la muerte y no imponer a los demás su particular modo de pensar.
    Y ten por seguro, Júcaro, que el Sr. Arzobispo, no habrá echo ese testamento vital al que tu haces alusión, el tambien preferirá morir sin dolor.
    Quien ante el dolor de un familiar es capaz de dejarle sufrir ante una muerte irremediable.
    Salud, República y Socialismo.

  4. tangaroa permalink
    23 marzo 2008 7:40 pm

    La Iglesia Católica no ha cambiado ni un ápice en el último siglo. La mera idea de que se tache una muerte de indigna por el hecho de preferir una muerte sin dolor a un proceso crónico, doloroso e incurable es, como mínimo, obsceno y amoral.

    Simplemente, espero que el arzobispo (y los demás seguidores de las teorías distanásicas) no se vean nunca en la tesitura de implorar una muerte indolora.

    Un saludo

  5. 23 marzo 2008 9:20 pm

    Salud

    Gran entrada D. Júcaro. Lo que me parece increíble (en principio, luego sabiendo que este sujeto recomendó votar a la Falange, entre otros partidos de la extrema derecha, por ser respetuosos con la democracia y la doctrina de la Iglesia, pues ya nada me extrañó) es que se compare el martirio de Jesús (a fin de cuentas, ni más ni menos que el hijo de Dios, según él mismo) con un enfermo terminal. Me parece increíble que compare, a fin de cuentas, a un condenado a muerte por nuestros pecados con cualquier otra persona… Pero como la demagogia permite todo tipo de bravatas, pues todo se puede comparar.

    Espero que por pura coherencia el señor Arzobispo Emérito no haya recibido en su vida tratamiento médico con medicinas modernas, o siquiera una vacuna o un antibiótico, estoy seguro que Jesús no recibió nada de eso y vivió felices 33 años.

    Hasta luego 😉

    PD: Gracias por el enlace hacia D=a=.

  6. Júcaro permalink*
    23 marzo 2008 11:27 pm

    Como coincidimos bastante solo dejar constancia de gratitud y una penúltima acotación:

    Hay algo que la Iglesia no debiera olvidar y otro algo que nuestros dirigentes municipales debieran tener muy presente antes de dar cobertura institucional, con su presencia, a los actos religiosos.

    Si los católicos tienen derecho a sus manifestaciones pasionales, procesionales y a tener una actitud ante el la vida, el dolor o la muerte, algo que no cuestionamos, lo que no pude hacer la Iglesia es tratar de imponer su referencia ética, moral o religiosa a los ciudadanos que no formamos parte ni de su credo ni de su iglesia.

    En referencia a nuestras autoridades, muy especialmente a los que son electos bajo siglas que defienden el laicismo y más concretamente a los pertenecientes a PSOE e IU; es desolador comprobar como «procesionan» detrás de las imágenes y no me refiero a que pudieran hacerlo como personas creyentes, sino a que lo hacen como representantes del pueblo, con el bastón de mando municipal o con las insignias de concejales. En los pueblos de Andalucía es común y demasiado frecuente.

    Saludos

  7. Tu Mundo Virtual permalink
    24 marzo 2008 4:24 am

    Hola, de verdad te felicito, tú página me parece muy interesante y sobre todo tiene muy buen contenido, a la vez te invito a ti y a todos tus visitantes para que visiten también mi blog el cual es http://tumundovirtual.wordpress.com si te gusta mi blog te propongo la idea de que nos linkemos. espero tu mensaje.

  8. 24 marzo 2008 2:47 pm

    Hay una frase en la película Quills en la que el marqués De Sade, interpretado por Geoffrey Rush, dice algo así como «Si Dios permitió que matasen a su hijo como a un ternero, ¿qué no me hará a mi?»

    El monoteísmo es un crimen inhumano porque se basa en el sufrimiento y el martirio como virtud, ensalzando la muerte en lugar de la vida, fomentando una visión intolerante y excluyente y encima profiere lemas tan dañinos como el creced y multiplicaos que es más propio de parásitos que de animales racionales.

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