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Energía eólica

1 abril 2011

 

Rompiendo moldes

Por primera vez en España, la eólica se convirtió en la principal  fuente de electricidad en el mes de marzo. Este dato, que ha permitido un ahorro de 250 millones de euros por la no importación de hidrocarburos, se produce en un momento de gran impacto  tras la tragedia del terremoto y posterior tsunami que asoló la región oriental de Japón , así como por las constantes y preocupantes noticias que  nos llegan de la  peligrosa planta de Fukushima.

Antes de estos acontecimientos, la defensa de las energías renovables estaba muy bien como principio; sobre el papel de los periódicos, en informes y análisis. Instituciones, empresas del sector,  ecologistas y muchos ciudadanos observaban en esta energía una solución segura, limpia y eficaz. Sin embargo, al instalar  un parque eólico en un lugar determinado surgían toda clase de prevenciones  y la eólica pasaba de  limpia y segura a incordio y fuente generadora de efectos perniciosos  de muy diferente índole.

En la comarca gaditana de La Janda  hemos asistido durante la primera década del siglo XXI a todo un espectáculo.  Porque aquí, en cada lugar donde se pretendía instalar un aerogenerador saltaba la polémica y la correspondiente plataforma ciudadana contraria a la misma; por estos lares, cualquier intento por impulsar la energía eólica acarreaba el correspondiente rechazo ciudadano. Asociaciones de vecinos, ecologistas de la zona, partidos políticos, sin excepción alguna, han esgrimido el mismo mensaje: «Sí a las energías renovables pero no donde se pretenden instalar». Siempre aparecía el localismo insolidario, siempre el agravio comparativo, y la misma pregunta: ¿Por qué en este municipio y no en el pueblo de al lado? De nada valía al defensa de los parques eólicos condicionada al cumplimiento de determinadas premisas que minimizaran el impacto visual, uno de los obstáculos más manoseados, que se pidieran garantías para solventar el problema que pudiera ocasionar en las rutas migratorias de las aves en una zona colindante con el Estrecho, que se condicionaran a la hipotética  repercusión en los caladeros de pesca litoral o que se exigiera máxima seguridad en la evacuación de la electricidad generada.  Nada de estas salvaguardas eran tenidas en consideración;  quienes defendían su implantación eran acusados de estar vendidos a las empresas del sector.

Los alcaldes correspondientes hablaban y hablan de desarrollo sostenible como si de un eslogan se tratara hasta vaciar de contenido el concepto de sostenibilidad. En sus cobardías o en sus ignorancias, preferirán sumarse a estos colectivos de manera entusiasta en virtud de una supuesta defensa  medioambiental y ganancia electoral aunque en sus respectivos términos municipales  den curso a la proliferación edificios, hoteles o apartamentos en los mejores parajes. Para ellos, el impacto visual, el deterioro del paisaje y el efecto perjudicial parece estar reservado únicamente para  cuando de instalar aerogeneradores se trata.

Ignoro si las noticias, incluidas las primeras partículas,  que nos llegan de Japón  harán  cambiar de opinión. Me temo que seguiremos en lo mismo de siempre: «Energía eolica sí, pero aquí NO»

3 comentarios leave one →
  1. 3 abril 2011 10:54 am

    Gracias a tu enlace he visto el artículo de red eléctrica y «comprendido» los datos. Mañana lo republico en mi blog.
    Un abrazo desde tu norte, uno de ellos.
    PAQUITA

  2. 4 abril 2011 9:55 am

    COMENTARIO , QUE ENTIENDO ES MUY INTERESANTE, DE PEGEPE EN MI BLOG, hace unos minutos.

    PAQUITA

    • 4 abril 2011 9:52 pm

      El comentario de pegepe, al que haces referencia:

      La noticia es muy útil para darnos cuentas de lo que realmente hay en estos momentos aquí, sobre todo si miramos más allá del propagandístico titular emitido por REE y sus equívocos:

      -La energía Eólica, en un record como éste del que se informa, puede ser un QUINTO del total consumido aproximadamente hoy.

      Seguir legendo en el blog de PAQUITA

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